¿Le ha pasado que en ocasiones le
toca repasar más de dos o tres veces para comprender bien el texto que lee? No
se preocupe con estos tips podrá terminar todos los libros que desee en el
menor tiempo posible.
Con este artículo usted ya no
podrá decir que no le quedó el tiempo suficiente para leer uno o dos libros en
el año. Sí, porque cuando de textos se trata, las excusas abundan para
justificar la razón de por qué no leemos con frecuencia o nunca lo hacemos.
Muchas personas suelen decir que
el trabajo los consume demasiado y que a duras penas llegan a su casa para
comer y descansar como para dedicarse a hacer otro tipo de cosas. Lo que no
tienen en cuenta es que el cambio de actividad en un par de minutos u horas
ayuda a relajar más a una persona, ya que, está ocupando su cabeza en tareas
diferentes a las de la rutina, esto le permite al cerebro tomarse un respiro y
retomar energía para llegar a las labores con mayor productividad.
No solo este es el beneficio de
la lectura, ya que, varios multimillonarios y famosos intelectuales han
asegurado que le deben a los libros gran parte de su conocimiento y éxito,
ellos son personas que dedican el 80% de su tiempo a la lectura y que a diario
en las mañanas leen todos los periódicos que más pueden.
Si usted todavía se pregunta por
qué no es un lector tan ávido si desea serlo, si tiene la voluntad y si le
gusta aprender como el resto de la gente, es porque aún no ha encontrado la
forma de ser disciplinado y de encontrar un hábito que en vez de ser un castigo
sea todo un gusto practicarlo. Finalmente, la clave está en toparse con los
temas que más le apasionan.
Después de que logre construir el
hábito, haga una lista de los libros que quiere leer, pero antes de abrir la
primera página aplique las tácticas que aquí le vamos a dar para que acelere su
lectura y retenga la mayor información posible, así, no tendrá que volver a
decir: ¿en qué iba? ¿quién era el personaje? ¿cuál era el concepto? o
simplemente “no entendí”. Estas tácticas son cuatro y son citadas por Life
Hack:
#1 Lea primero la tabla de
contenido: muchas veces creemos que estas hojas al principio de los libros son
innecesarias, solemos saltarlas porque pensamos que no dan mayor información y
quitan tiempo. Pero, estamos cometiendo un error, porque estas dos valiosas
páginas son la ruta de lectura de todo el libro.
La tabla de contenido son muy
similares a los mapas de navegación, usted los consulta para saber cuál es la
ruta más fácil y sin trancones para llegar felizmente a su destino, así mismo
funcionan los libros, porque con las tablas podrá identificar qué es lo que
quiere leer realmente o qué le sirve para su investigación o necesidad. Si ve
que no es tan importante leerse en detalle el libro, no lo haga porque pierde
tiempo.
Ahora, si esta tabla tiene
títulos muy literarios y no le dicen nada, le recomendamos que eche una “ojeada” al primer y segundo
capítulo en estos suele haber una introducción y allí usted podrá crear su ruta
de lectura.
#2 Lea con atención: si usted
suele distraerse con facilidad, es porque o no tiene cultura de lectura o no
tiene el interés suficiente en el texto o libro que tiene en manos y esto
también retrasa el tiempo de lectura. Pero no se preocupe, para lograrlo solo
tiene que preguntarse qué intenta decirle el autor, lea tratando de buscar una
respuesta a algo, así se entretendrá
hasta que se le pasan la horas, las páginas y llegue a las respuestas o
a las soluciones que propone el libro.
#3 Identifique el punto de vista
del autor y lea las referencias suficientes para comprender: las citas en los
libros demuestran lo serio de la investigación y del escrito en general, a
veces usted no conoce los autores citados y prefiere pasar por encima de estas
referencias, pero el resultado de ello es que al terminar el texto usted no
comprender muy bien el análisis del autor.
Así, lo que debe hacer es revisar
la bibliografía y leer un poco sobre los autores citados para que entienda
quiénes son, de qué hablan y qué relación tienen con el tema que usted va a
leer, esto le ahorrará mucho tiempo porque no tendrá que detenerse con mayor
detalle en las citas, en su cabeza ya está quedando información de diferentes
autores, entonces con el tiempo la lectura será mucho más ágil.
#4 No lea en voz alta: aunque
suele ser un buen ejercicio para mejorar la vocalización y la entonación del
discurso, esta tarea implica un proceso más para el cerebro, este debe trabajar
más duro y dar un paso más para procesar
la información y a la vez el discurso.
Lo que sucede es que el cerebro
no solo ve las palabras en la página, sino que al mismo tiempo se toma la
molestia para escuchar las palabras, por eso es que usted tiene que devolverse
en una misma línea varias veces para aprobar la pronunciación y la información
a la vez. En síntesis, la producción del habla es una pérdida de tiempo.
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