A veces usted puede tener esa
sensación de que no puede quedarse quieto y que le surge esa necesidad de estar
buscando nuevos destinos y explorar nuevas aventuras. ¿Se ha preguntado por
qué?
Entre las actividades más
placenteras que existen en la vida, la de viajar puede estar ocupando uno de
los primeros lugares para muchas personas, porque representa el rompimiento de
una rutina y una manera efectiva de liberar el estrés, al tener otro panorama y
relacionarse con ambientes distintos y situaciones desconocidas.
En sí, casi que el 99% de los
seres humanos les gusta viajar, pero lo que pasa es que muchos se frenan de
hacer realidad ese deseo en tanto que se escudan en que no tienen el dinero o
los recursos suficientes para estar viajando, mientras hay otros que, aun
teniendo el dinero, prefieren gastarlo en otro tipo de situaciones (como la
rumba, la ropa o la comida). En sí, son pocos los que ahorran para un viaje, ya
que la mayoría termina es endeudándose a la hora de considerar hacerlo.
Y es así como el factor económico
es también decisivo, porque dependiendo del presupuesto o de la capacidad de
endeudamiento se decide a dónde ir, cómo ir y qué hacer, limitando las
experiencias de las personas. Quizá es por eso mismo que puede llegar a causar
un poco de envidia y frustración el ver cómo otros sí logran lo que a usted se
le dificulta o que no ha podido hacer.
De hecho, aunque usted no lo crea,
existe una expresión particular para expresar lo que es “la pasión por viajar”,
una palabra: “wanderlust”, de las palabras ‘wandern’ que traduce “caminata” y
‘lust’ que significa “deseo”, palabra que fue luego trasladada al inglés en el
año 1902. Incluso, en el español también está la expresión “dromomanía”, que
vendría siendo su equivalente.
Pero, ¿por qué sucede esto con
esta actividad, en particular? Pues bien, hay estudios científicos que se han
encargado de ver lo que pasa en el cerebro, en el cuerpo y en el comportamiento
humano el simple hecho de viajar.
Lo que dice la ciencia
Cuando usted ‘padece’ de esto,
puede que la gente lo considere una persona inestable, que no le gusta ‘echar
raíces’ o tener un lugar fijo. Incluso, muchos, lo ven como un simple capricho
suyo y de la etapa por la que está cruzando. Pero dentro de usted sabe que esa
sensación va mucho más allá de una etapa de “juventud loca” porque, incluso, es
de quienes se imagina viajando por el mundo cuando llegue a los 50 años.
Efectivamente, no se trata de una
inmadurez, de que no le guste su hogar o de que no sea estable emocionalmente.
La verdad es que según un blog de psicología, las personas que tienen esta
pasión es porque tienen un componente particular en su ADN pues, en el gen
DRD4, que se asocia con los niveles de dopamina en el cerebro y lo que hace es
que aumenta dichos niveles ante situaciones de curiosidad y exploración.
Incluso, de acuerdo con el sitio
Contiki, se dice que este gen empezó a surgir miles de años atrás cuando los seres humanos estaban migrando
hacia otros continentes y corrían riesgos, así como tenían la ambición de
conocer nuevos sitios. No obstante, han pasado tantos años que se estima que
sólo el 20% de la población mundial cuente con este gen.
Es así como este gen lleva y
trasciende con una historia de evolución en la que usted puede estar inmerso.
Pero además de esto, en otras investigaciones realizadas por la National
Geographic también soporta los estudios, pero más relacionando cómo se ve desde
los rasgos de personalidad en personas que les gusta tomar riesgos y explorar
todo tipo de oportunidades desde cualquier contexto, atado a un sentido
evolutivo.
¿Y el dinero?
Ahora, con esta misma condición
también se determinan patrones y comportamientos financieros porque las
personas que pueden llegar a tener esta pasión rara vez encuentran limitantes
de dinero a la hora de viajar. En sí, la mayoría prefieren ahorrar e irse con
la tranquilidad de disfrutar su viaje, especialmente, porque no les importa las
condiciones en las que tengan que hospedarse (pueden dormir, incluso, en la
calle), así como las comodidades de viaje.
Pero, además, también son quienes
disfrutan no sólo de conocer nuevos lugares, sino también de repetir, ya que la
experiencia previa les ha dado nuevas herramientas para poder disminuir los
costos de viajes y, con ello, sacían esa ansiedad de exploración: siempre
encontrarán algo distinto extraño, a pesar de que no sea su primera vez en el
sitio.
Fuente: Finanzas Personales
Fuente: Finanzas Personales