Leer con una alta velocidad es una ventaja académica y
laboral que muy pocos logran. ¿Cómo desarrollar esta habilidad fácilmente?
Agatha Christie leía 200 libros al año, mientras que el
fundador de Facebook, Mark Zuckerberh, acaba un libro cada dos semanas. El
presidente de Estados Unidos, Theodore Roosevelt, leía un libro al día, incluso
dos o tres si tenía una noche tranquila. ¿Pero cómo pueden hacer esto los meros
mortales?
Harriet Klausner, una bibliotecaria de escuela que murió el
año pasado, era o bien una de las lectoras más rápidas de la historia, o
alguien que "economizaba" con la verdad.
Klausner logró finalizar unas sorprendentes 31.014 críticas
de libros en Amazon, leyendo a veces seis libros al día. Pero no todo el mundo
aceptaba esta cifra y un grupo de críticos intentaron desacreditarla.
Ella se defendió señalando que algunas de las novelas
románticas que leía eran tan cortas y sencillas que se las podía cepillar en
una hora. Y Klausner ofreció una explicación sencilla para su entusiasmo:
"Si un libro no me interesa cuando llego a la página 50, dejo de
leerlo", le dijo al Wall Street Journal.
Los logros de Klausner pueden ser más propios del reino de
la fantasía, peromuchos de nosotros desearíamos poder leer más. Acabar más
libros, acumular más conocimiento, apreciar más la literatura.
Distraídos por las series de televisión, los partidos de
fútbol y las tendencias en Twitter, parece que cada vez se nos hace más difícil
encajar la lectura en nuestras vidas.
Un libro cada 2,4 días
John Sutherland, autor, crítico de libros, columnista y
profesor emérito de Literatura Inglesa Moderna en la universidad UCL, en
Londres, dice que en 2015, leyó aproximadamente 150 libros.
"Es bastante", indica. Utilizar una tableta le
permite pasar las páginas a la velocidad del rayo. "De esa forma no
dependes de un dedo entumecido, y también evitas contagiarle la tuberculosis al
próximo lector", bromea.
La vida de un lector profesional depende de su capacidad de
atravesar las palabras a toda prisa. El año pasado, Sutherland acabó un libro
aproximadamente cada 2,4 días. "Paso cuatro páginas de golpe si tengo que
hacerlo", dice Sutherland.
2.000 en una vida
Cuando estaba en la escuela, Tony Buzan hizo un examen de
velocidad de lectura. Le complació ser capaz de leer 213 palabras por minuto.
"Pensé que debía ser un lector bastante rápido. Pero luego le pregunté a
una chica de la clase y ella había obtenido un 300. Me quedé destrozado".
Buzan decidió mejorar sus habilidades. Practicó la lectura
rápida en casa e investigó la física del ojo. También aprendió sobre la
focalización ocular, y el agrupamiento de palabras para poder ser leídas como
un solo fragmento.
Buzan descubrió que podía leer más rápido tras hacer
ejercicio físico. Pronto había logrado doblar su velocidad de lectura.
Convertido en consultor de lectura rápida y memoria, Buzan cree que el número
de libros que leemos es importante. "En lugar de leer, no sé, 1.000 libros
en mi vida", dice, "ahora quizás lea unos 2.000. Esto podría cambiar
mi existencia".
Los consejos de Tony Buzan para leer rápido:
- Aprenda a usar tus ojos para leer más rápido
- Póngase en forma, para darle más oxígeno a tu cerebro
- Aprenda a memorizar capítulos e inclusos libros enteros
- Lea sobre el cerebro y su funcionamiento
- Cree un grupo de lectura rápida y estudio con amigos
Si toma la velocidad media que se cita habitualmente de 300
palabras al minuto, a un lector le puede llevar sobre un minuto superar una
página. Para leer una novela de 300 páginas al día, el lector medio debería
reservar 35 horas a la semana.
"Hay una cantidad de libros limitada que puedo leer a
lo largo de mi vida, y no voy a perder el tiempo con basura", asegura el
columnista del Sunday Times y crítico de libros, Jenni Russell. Russell cree
que con la edad nos hacemos más selectivos.
"Cuando somos jóvenes sentimos una gran curiosidad por
otra gente, por cómo piensan y sienten, su psicología. Ahora, un escritor tiene
que tener una habilidad ejemplar o una perspectiva interesante para llamar mi
atención".
Cuando era niño, Russell leía hasta 20 libros a la semana.
Ahora lee tres al mes. ¿Cuál es el mejor consejo para afrontar un año de
lectura? "Mi consejo es aburrirse", dice John Sutherland. "Mi
infancia fue muy aburrida. Leer fue una buena manera de llenar grandes periodos
de tedio".
Un poco cada 15 minutos libres
El revolucionario ruso Leon Trotsky también aprovechó el
aburrimiento. Durante los dos años que pasó en prisión leyó desde la mañana
hasta la noche, desde ficción clásica europea, a las investigaciones de Darwin
o las teorías del Lenin sobre el comunismo.
La ex tutora de lectura de la universidad de Dorchester, en
Inglaterrra, Ginny Williams-Ellis, fundó la organización benéfica Read Easy
(Leer fácil) para ayudar a gente que no sabe leer.
"Los libros no son una prioridad para la gente con la
que trabajamos", explica. "Son principiantes completamente: su
motivación es aprender a leer listas de la compra, etiquetas de latas,
periódicos, las palabras de la vida diaria".
La organización hace sesiones personales, similares a otras
que financia el gobierno británico en las cárceles. "Mucha gente se
emociona cuando aprende a leer. Trabajamos con una mujer, peluquera, que era
una principiante y ahora lee una novela romántica cada noche".
Russell entiende la fascinación. "En nuestras vidas,
solo vemos la superficie de la gente. La ficción nos lleva a las mentes, los
pensamientos, las motivaciones de otras personas. Las novelas nos llevan a
sitios que de otra forma nunca veríamos. La lectura puede tener un efecto
sorprendente sobre nosotros".
La periodista y "coach" literaria Glynis Kozma
aconseja a la gente que saque tiempo de sus horarios: "En lugar de pensar
que lo que necesitas es sentarte y leer durante una hora cada vez, intenta
utilizar pequeñas cantidades de tiempo", sugiere. "Lee durante 20
minutos, mientras esperas que se cocine la cena. Utiliza cada 15 minutos libres
que tengas".
Kozma quiere leer un libro al mes, aunque a veces no lo
consigue. "Creo que mucha gente se siente culpable con respecto a la
lectura", dice. "Estamos todos tan ocupados y pasan tantas cosas en
nuestras vidas que se nos hace difícil justificar el tomarnos tiempo
libre".