Una de las cosas en las que hemos
hecho especial hincapié en varias notas de Finanzas Personales es que una
persona exitosa no necesariamente es aquella que posee miles de millones de
dólares. El éxito tiene que ver en la manera en cómo administra
equilibradamente su vida, es decir, tiene diferentes y provechosas entradas
económicas; sus experiencias se basan en lo mucho que ha estudiado y en la
manera en cómo lo ha practicado; cuenta con una familia que lo apoya; sus amigos
y contactos procuran siempre ayudarlo en su crecimiento, y sobre todo es
exitoso cuando es feliz porque ha hecho algo por usted y la sociedad.
La mejor tarea que usted puede
hacer es que al finalizar de leer esta nota pase del dicho al hecho. De lo
contrario, usted creerá que todos los consejos que damos se quedan en eso, en
palabras. Nuestra invitación es para que inicie por pequeños cambios y vaya
aumentando cuando ya se sienta cómodo con alguno.
Ahora, tenga en cuenta que si
mencionamos ciertos hábitos de personas exitosas en el mundo, no lo hacemos con
el objetivo de hacer comparaciones injustas. Sabemos que no se puede
generalizar, pero de lo que sí somos conscientes es que existen determinadas
costumbres y hábitos en común entre las mentes brillantes del mundo que si se
empiezan a aplicar en la rutina, efectivamente se notarán cambios.
El investigador y cofundador de
la empresa Empact, Michael Simmons escribió para el portal Inc que existe una
estrategia de éxito para la vida que todos podemos usar. Se trata de lo
que lo que él denomina la regla de las 5
horas: una hora al día durante los cinco días laborables de la semana (en los
fines de semana se descansa) Esta norma fue ideada por el prolífico inventor
Benjamin Franklin y consistía en lo siguiente:
Levantarse por la mañana muy
temprano para leer y escribir.
Escribir una serie de objetivos
personales y evaluar continuamente si se está cerca de lograrlos.
Crear un club para personas
similares para intentar influir en la sociedad y mejorar el mundo.
Convertir las ideas en
experimentos.
Tener momentos de reflexión por
las mañanas y por las tardes.
No importaba que uno de los más
grandes genios norteamericanos tuviera una agenda ocupada, siempre sacaba
tiempo de pasar una hora diaria realizando alguna de las actividades que
mencionamos anteriormente.
De acuerdo con Yahoo Finanzas,
esta norma es parte del secreto de grandes empresarios, pues “los emprendedores
modernos puede que no tengan tanto tiempo o no puedan aprovechar las horas
tanto como Franklin. Pero sí que tienen en común una cosa con él: su deseo
voraz de asimilar conocimientos y técnicas. Así Warren Buffett pasa 6 horas al
día leyendo periódicos e informes corporativos. Bill Gates lee 50 libros al
año. Mark Zuckerberg lee uno cada dos semanas. Elon Musk leía 2 libros al día
cuando era un estudiante”.
¿Cómo adaptar esa regla a la
actualidad?
Si bien es una práctica del siglo
XVIII, para Simons la clave está en lograr que cada día se busquen espacios (tiempo libre) una o dos
horas en las que en vez de acabar tareas laborales durante esos 120 minutos,
dejarlos despejados para pensar, para leer y sobre todo, para aprender algo
nuevo.
Así que si se adapta esta regla
de oro a nuestros tiempos sería poner en práctica estos seis aspectos. Sí, uno
más que los que hacía Benjamin.
1 Planifique el tiempo de
aprendizaje: Identifique qué es lo que quiere aprender y especifique cuáles son
sus objetivos. Por ejemplo cuáles son las herramientas de vanguardia que
necesita su profesión y que aún no sabe, pero que haciendo un curso por internet
en dos meses podría sacarlo adelante.
2 Practicar: de una manera
honesta, sabiendo que debemos mejorar día a día y nunca quedándonos solo en lo
que ya sabemos, ya que de nada le servirá que tenga muchos conocimientos si no
los ejerce.
3 Meditar: hay que dedicar unos
minutos al día para reflexionar sobre lo que estamos aprendiendo y hacernos
preguntas a nosotros mismos. Así dispararemos la creatividad. Caminar es una
excelente manera de procesar estos puntos de vista, como lo hacían Beethoven,
Charles Darwin, Steve Jobs y Jack Dorsey. También puede servir charlar con un
colega o una persona que también esté aprendiendo o sea un experto en lo que
nosotros estemos intentando mejorar.
4 Guardar tiempo para aprender:
leer, estudiar, practicar, dialogar, discutir, asistir a clases… Siempre hay
que dejar un huevo al día para estas actividades y respetarlo. Además recuerde
nunca se es demasiado joven o viejo para estar en las aulas de clase.
5 Resolver los problemas: Muchas
veces cuando se nos presenta un obstáculo, lo que hacemos es buscar excusas
para evitarlo o simplemente postergamos las soluciones para otro día. Es mejor
atenderlo de una vez antes de que con el tiempo se convierta en algo más grande
y complicado.
6. Hacer experimentos: si tenemos
alguna teoría o idea, mejor demostrarla que dejarla olvidada en un cajón. Esas
prácticas pueden convertirse en ideas de negocio.
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